jueves, 15 de marzo de 2012

El guión cinematográfico o como plasmar una idea (parte 1)



El cine es un universo de fantasías y realidades mezcladas de forma hábil por las manos de un director, y siempre con el respaldo de un equipo de profesionales que hacen realidad la historia.
Hay muchas formas de hacer un guión, sin cerrarnos en un solo formato. Podemos dividir el guión en tres actos: La presentación o principio, la confrontación y la resolución o fin. También tenemos entre los diferentes actos los llamados argumentos o plots, que son los que cambian radicalmente el sentido de la acción.
Una vez definida la historia con sus personajes, acción y conflictos, sacamos la caracterización de los personajes, que es una de las partes más importantes a la hora de elaborar el guión. En ella podremos saber todo a cerca de un personaje: como es, quien es, a que se dedica, su personalidad, familia, tipo de educación recibida, etcétera. Todo esto es sumamente importante establecerlo antes de sentarse a escribir el guión.
A la hora de comenzar con nuestra caracterización, nos podremos ayudar clasificándola de la siguiente manera: Caracterización física: sexo, edad, descripción física, apariencia, etcétera; Caracterización social: clase social, ocupación, educación, religión, raza, nacionalidad, etcétera; Caracterización Psicológica: historia familiar, vida sexual, actitud frente a la vida, habilidades, cualidades, etcétera.
Terminada esta fase, comenzaremos a desarrollar el guión narrativo o literario, el cual describe los lugares y ambientes donde se desarrolla la acción, se analizan los personajes con sus caracteres propios e incluye, además, los diálogos que los protagonistas mantienen entre sí.
A partir del guión narrativo o literario podemos escribir el guión técnico, que  traduce a términos estrictamente cinematográficos el guión literario. El guión técnico sirve de instrumento para el rodaje de la película y precisa los detalles que han de tenerse en cuenta durante la filmación, como son: n° de escena, locación, día o noche, exterior o interior, tipo de plano, si se va a utilizar una grúa o un traveling, breve sinopsis de lo que ocurre, elementos visuales que intervienen, qué personajes encontramos, diálogos, efectos especiales que se requieran, etcétera. Tenemos que tener en cuenta a la hora de escribir un guión --o una adaptación-- que el tiempo estipulado por página es de un minuto, es decir, que cada página que escribamos nos va a dar un minuto en el filme. Si tenemos un guión de 90 páginas, sabremos que tendremos una película de aproximadamente 90 minutos de duración.
Después de que el guión entero haya pasado por lo menos por tres correcciones, podremos estar satisfechos y decir que ya logramos la versión final, que tenemos un guión. Por lo tanto, tendremos en nuestras manos una futura criatura fílmica, a la que deberemos de tratar con sumo cuidado desde el principio hasta el final, porque es algo nuestro a lo que hemos dado vida, algo que eventualmente llamaremos un largometraje.

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